Cortázar gratis para escuelas y bibliotecas públicas de Argentina

El ministro Alberto Sileoni presentó la colección “Julio Cortázar. Colección homenaje a un siglo de su nacimiento”, que se enviará gratuitamente a escuelas y bibliotecas de todo el país. 




Una antología que incluye textos de “Los Reyes”, “Bestiario”, “Las armas secretas”, “Final de juego”, “Historia de cronopios y de famas”, “Rayuela”, “Un tal Lucas” y “Queremos tanto a Glenda” será enviada gratuitamente a las escuelas secundarias de gestión estatal e Institutos Superiores de Formación Docente de todo el país.

“Que un pibe que vive en un pueblito de 300 habitantes tenga las mismas posibilidades que otro del barrio de Palermo, eso es igualdad de condiciones y es el rasgo principal de una Argentina diferente”, dijo el ministro de Educación, Alberto Sileoni, en la presentación de esta colección que se realizó el viernes  9 de mayo en la Feria del Libro.


En este caso, se trata de una selección de textos que contiene distintos géneros como poesía, novela, cuento, relato y teoría literaria. La variedad de títulos elegidos apunta a que en los distintos niveles educativos se trabaje y disfrute la gran cantidad de matices que existen dentro de la obra de Cortázar, que en su amplia trayectoria pasó por diversos períodos de creación literaria. Los derechos de la obra fueron adquiridos a Editorial Alfaguara, con una inversión de 5.880.000 pesos.



Por otra parte, este año, el stand del Ministerio de Educación estuvo dedicado a Julio Cortázar y al dibujante Quino (debido al 50 aniversario de la primera publicación de Mafalda). En relación a Cortázar, se expusieron las primeras ediciones de 50 de sus obras. Entre ellas, una curiosidad: el libro “Presencia”, un tomo de poesías publicado bajo el seudónimo de Julio Denis, del cual en su momento se imprimieron apenas 250 ejemplares.


Comentarios

  1. La dictadura en Chile prohibió el libro de Cortazar Dossier Chile: El libro negro. En Argentina tampoco se consigue: un empleado de librería me dijo que no era negocio para las editoriales publicarlo porque poca gente se interesaba por él... ¿No tenemos derecho entonces de leerlo? ¿Quién protege nuestro derecho?

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