Grandes escritores piden a Amazon que “no tome a los libros de rehenes”

Autores como Paul Auster, Stephen King y Donna Tartt publicaron una solicitada en The New York Times.

Stephen King. El hombre del terror profundo.
Los escritores sean unidos. No lo dijo el gaucho Martín Fierro, pero lo pensaron los más de 900 autores que ayer publicaron una carta a página entera en el New York Times para pedirle a Amazon que su disputa con la editorial Hachette no los meta en el medio. Firmaron, entre otros, nada menos que Paul Auster, Stephen King, Michael Chabon, John Grisham, Nora Roberts y Donna Tartt.

El conflicto se disparó en junio y enfrenta a dos gigantes. En un rincón, Amazon, la megatienda online que concentra el 65 por ciento de las ventas de libros en Estados Unidos y que presiona para que el público se vuelque cada vez más al libro electrónico. En el rincón de enfrente, Hachette, la editorial que nació en Francia en 1826 y que hoy, convertida en multinacional, ocupa el cuarto lugar en ventas en Estados Unidos. El precio de los libros electrónicos es el quid de la cuestión, y desató el enfrentamiento cuando Hachette se negó a cumplir con los descuentos que Amazon pedía.

Ante esa negativa, Amazon no se anduvo con chiquitas: decidió que los libros de Hachette no podrían ser pre-vendidos, demoró las entregas de esos ejemplares y hasta sugirió en la página de algunos autores del sello que sería mejor leer un libro de otra editorial.

Donna Tartt. La ganadora del Pulitzer 2014 con “El Jilguero”.
De esas medidas justamente se queja la carta que casi un millar de autores firmó, que publicó el New York Times y que puede leerse completa en www.authorsunited.net. “Este tipo de disputas ocurren todo el tiempo pero usualmente se resuelven en una habitación corporativa: Amazon hizo algo inusual apuntándole directamente a los autores de Hachette (...) Como escritores sentimos que ningún vendedor de libros debe bloquear o desalentar ninguna venta”, aseguraron los escritores, y agregaron, sin edulcorante: “Alentamos a Amazon en los términos más firmes posibles a que no lastime los medios de vida de los autores sobre los que construyó su negocio. Ni los lectores ni los autores nos beneficiamos cuando los libros son tomados como rehenes”. Invitaron a sus lectores a contactarse con Jeff Bezos –dueño y CEO de Amazon– para hacerles conocer su opinión sobre la disputa.

Paul Auster. El legendario escritor de Brooklyn.
La misma estrategia, a medio camino entre la empatía y el apriete, había usado Amazon en un correo electrónico que mandó el viernes a sus “queridos lectores” –suscriptores de Kindle de Estados Unidos– y que publicó en www.readersunited.com. En su carta, la megalibrería explica que justo después de la Segunda Guerra Mundial la industria del libro se vio sacudida por la irrupción de las ediciones de bolsillo, cuando un libro pasó de costar 2,50 dólares a 25 centavos. Para Amazon, la del libro electrónico es otra revolución: “Queremos precios más bajos para el libro electrónico, y Hachette no (...) Un libro electrónico no tiene impresión, no hay devoluciones ni costos de depósito o transporte. Por eso pueden y deberían ser más baratos”, publicaron, e invitaron a contactarse con el CEO de Hachette –hasta otorgaron su dirección de correo– para hacerlo reflexionar. Según Amazon, un libro que vende 100.000 copias a 14,99 dólares, vendería unas 174.000 a 9,99. “Todos ganan”, dice la tienda online.

Mientras se resuelve el conflicto por los precios, los autores piden tener la fiesta en paz.

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Fuente: Clarín

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