Hannah Arendt: ¿Por qué Google la conmemora?

Hannah Arendt fue seguramente la filósofa más importante del siglo XX. Su obra se centra principalmente en las cuestiones relacionadas a la política, desde un abordaje filosófico, y a la conducta humana. 



Pero ¿Por qué Google conmemora a Hannah Arendt? La filósofa nació en Alemania el 14 de octubre de 1906, produjo importantes obras referidas a la democracia, el totalitarismo y las libertades políticas, pero sin dudas, su trabajo más importante fue "La banalidad del mal"


En realidad, el título completo de la obra es Eichmann en Jerusalén, y lleva por subtítulo Un informe sobre la banalidad del mal. Arendt lo publicó en 1963, tras haber asistido como periodista al juicio de Adolf Eichman en Israel. Es un tratado profundo y complejo sobre la condición humana. 

Adolf Eichmann durante el juicio
El criminal nazi había sido secuestrado en Argentina en 1960 y llevado a Jerusalén para ser enjuiciado por crímenes cometidos contra el pueblo judío durante la tiranía del nazismo. Durante el proceso, se consideró que sus crímenes fueron contra la Humanidad, y fue condenado a la horca. 

Arendt, que había sufrido en  carne propia los atropellos del nazismo contra los judíos, presenció el juicio y sus reflexiones la llevaron a ahondar en las causas del accionar desmedidamente cruel y malvado de Eichmann. La frase "la banalidad del mal" hace referencia a ciertos aspectos de la conducta humana que llevan a actuar con crueldad extrema no por maldad intrínseca, sino por seguir las reglas del sistema sin reflexionar sobre sus actos. 

Detalló que Eichmann no tenía convicciones profundas ni trayectoria antisemita. Tampoco tenía un caracter retorcido, ni era un enfermo. Simplemente, hizo lo que hizo, para ascender en su carrera. Cumplió órdenes, sin cuestionarlas, por ese motivo. Era un burócrata, que no reflexionaba sobre sus actos. Era eficiente, pero no tenía sentimientos sobre el "bien" y el "mal".

El criminal de guerra Adolf Eichman.

 "Fue como si en aquellos últimos minutos [Eichmann] resumiera la lección que su larga carrera de maldad nos ha enseñado, la lección de la terrible banalidad del mal, ante la que las palabras y el pensamiento se sienten impotentes", escribió. 

Para Arendt, esta explicación no justificaba de modo alguno el accionar del criminal, a quien sin ninguna duda consideraba culpable.

La importancia de la idea de la "banalidad del mal" es que Eichmann sólo es uno más de los criminales que atentan contra la humanidad cumpliendo órdenes, posicionando su carrera, lo hacen por burócratas  y no por malvados. De esta manera, la filósofa advertía la necesidad de estar siempre alertas a este fenómeno de personas "normales", sin perversiones especiales que se convierten en monstruos cuando el sistema así se los requiere, sin reflexionar sobre ello. 

Hannah Arendt
La frase se popularizó para definir a quienes, sin tener una personalidad perversa, son capaces de cometer grandes atrocidades. 

Intelectuales de Israel la cuestionaron duramente. Sostuvieron que semejantes niveles de crueldad sólo pueden ser cometidos por personas con una tendencia a identificarse con sistemas perversos, y que la obediencia a las reglas y la burocracia sólo son utilizadas como modo de justificarlo. 

Fuente: Redacción de El Intransigente

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