Infantiles e infaltables

Ediciones Corregidor lanzó este año su primera colección de literatura infantil: Puentes de Papel. Aquí un poco de sus dos primer títulos.















Por: Morena Fournier


Una de las cosas lindas que trae tener sobrinxs a quienes mimar es que te da la posibilidad de sumergirte en el bello mundo de la literatura infantil. Es así como me encuentro durante cumpleaños, fiestas y días del niño, averiguando una y otra vez qué podría gustarles leer. Claro, nunca la pego porque son chiquitos y todavía ni siquiera saben leer, pero soy la tía y me doy el gusto de proyectarme en ellos.

Así llegamos a la Feria Internacional de Libro en Buenos Aires, con los descuentos que nos otorga la Reunión Nacional de Bibliotecarios, en esos tres mágicos días de Rural vacía y stands disponibles. Invertida una pequeña fortuna los primeros tres días de feria, dediqué los otros a regodearme en mis adquisiciones. Pero entre tanta euforia, casi me olvido de los susodichos sobrinos. Entonces, apareció Ediciones Corregidor para rescatarme.

Y es que en el stand de esta agradable gente tenían un sector especial para dos bellísimos y latinoamericanos libros infantiles: Amanecer Esmeralda, de Ferréz y Pupé, y El león ya no quiere rugir, de Paulo Valente e Irene Singer.

Charlemos un rato de El León.

 Siempre me llamaron la atención las buenas ilustraciones de los libros infantiles. Irene Singer se da (nos da) el gusto de retratar esta selva nueva inventada por Valente, gobernada por un león que ya se aburrió. No tiene más ganas de reinar. Entonces emprende con el Primer Ministro, el Conde Alcahuete, la búsqueda de un reemplazo. Pero ¿quién puede reemplazar al león? Así, despóticamente quieren elegir quien ocupe el lugar de aquel que jamás fue cuestionado. Inspirado en Carnaval de los animales, de Camille Saint-Saens, entre chistes, simpáticos juegos de palabras y amigables dibujos, Valente y Singer nos quieren enseñar algo: ¡elecciones libes! dice el León, ¡que gane el más votado!
La historia y los diálogos resultan divertidos, tanto para lxs niñxs como para los adultos. Finalizando con una enseñanza no tan moralista como la de otros libros que leí de chiquita, ni tratando de tontxs a sus lectorcitxs. Bella y colorida adquisición número uno.

Ahora, charlemos de Amanecer Esmeralda.

Primero, y perdón por la subjetividad, pero debo decir que es mi favorito. Lo fue desde el momento en que vi el dibujo de la tapa. El retrato de esta nena morocha, de cachetes colorados, con sus rulos entrecortados en un fondo de colores: el brazo responde de manera inconsciente, te pide leerlo, investigarlo. ¿Cuán importante es la opinión de los impulsos y los sentidos a la hora de elegir un libro? Para mí, fundamental. Es la mejor técnica a la hora de decidir qué leer, casi infalible. 

Así, abrí las puertas a la vida de la niña Mañana, una muchachita brasileña que vive en un barrio humilde, con una madre a la que nunca ve porque trabaja sin parar y un padre que se la pasa borracho. Mañana se levanta, se arregla a duras penas, y va a la escuela. Entonces un maestro (representando un poco a todos los maestros y maestras que quedarán siempre en la memoria de sus alumnos) la ve y la ayuda. La ayuda a ella, dando un lugar a la esperanza, al amor propio y al reconocimiento que esta niña Mañana necesitaba. Como una fila de fichas de dominó, la primera pieza empujada  gracias a este gesto de amor, da lugar a una caída masiva que deja un dibujo en el suelo: despierta en todo el barrio las ganas de crecer bien. Esas ganas que a Mañana le faltaban, y que al final comparte con lxs lectorxs. 

Es un libro emocionante y dulce, bellísimamente ilustrado por Pupé (Mariana Pereyra), primer libro infantil de Ferréz, y traducido perfectamente por Lucia Tennina.

Ambos libros son joyas infantiles del siglo XXI. Infantiles e infaltables. Pocas cosas deben ser más lindas que leer un libro con tu hijx o sobrinx, y disfrutarlo como se disfrutan estos dos títulos. Si quieren compartir un bello rato de lectura con los más chicos, con estos dos tienen diversión y emoción asegurada. Espero que les gusten tanto como a mí.


Sobre lxs autorxs*:

Paulo Valente + Irene Singer



Foto tomada de Telam
Paulo adora a los animales y a los chicos. También le gusta mucho pasear en barco, leer, sacar fotografías y tomar helado de chocolate. Aprendió a contar historias con su madre, Clarice Lispector, y siguió la tradición narrándole cuentos a sus dos hijos. Nació en Río de Janeiro, en una familia en que casi todos escribían. Además de libros infantiles, publicó otros para adultos.



Foto tomada de Ediciona
Irene es Licenciada en Artes Plásticas de la Universidad Nacional de La Plata. Ilustró un montón de libros infantiles. Participa de muestras y da talleres de grabado. Le gusta tanto viajar, que así conoció muchos paisajes de Latinoamérica. De todos ellos, la selva es su lugar favorito, por eso le encantó ilustrar este libro.




Ferréz + Pupé



Foto tomada de Carroca Cultural
Ferréz hizo muchas otras cosas antes de dedicarse a escribir. Publicó varias novelas para adultos. Amanecer Esmeralda  es su primer libro infantil. Sus proyectos comunitarios le han cambiado la vida a muchos niños y jóvenes en Capäo Redondo, el barrio de San Pablo donde vive. Además de escribir, le gusta mucho la música y es un cantante de hip-hop muy conocido en Brasil. Sus libros gustaron tanto que están recorriendo el mundo y fueron publicados en Francia, Italia, España, Portugal, México, Argentina, Estados Unidos, Alemania e Inglaterra.

Foto tomada de Espacio Virgen
Pupé (Mariana Pereyra) estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires, donde actualmente enseña Ilustración. Desde chiquita le encantan los colores y las formas, siempre dibujando y pintando con lápices, acuarelas y tizas. Desde hace 10 años pudo cumplir el sueño de dedicarse a la ilustración para contar historias, contar en imágenes lindos relatos para acompañar tu imaginación.







*Biografías extraídas de las solapas de los libros.

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