Éste es el mar, por Mariana Enriquez

Mariana Enriquez volvió a la novela con Este es el mar, la historia de las Luminosas y su relación con las famosas Leyendas de la música: un poco de fantasía, rock y mitología. Gentileza de Penguin Random House.

Por: Morena Fournier


En mayo se publicó Éste es el mar, última novela de Mariana Enriquez, donde incursiona en un género distinto al que venía desarrollando en sus últimas publicaciones. Después de dos libros de cuentos que dieron que hablar por sus temáticas de horror y realismo, ahora presenta un lado fantástico.

El nuevo libro, una novela breve, desarrolla un mundo nacido de una fusión de mitologías: la clásica y la del rock. Al mejor estilo Gaiman, crea algo así como unas hadas, mezcla de musas y destructoras, encargadas de producir Leyendas. Surge así una explicación sobre estas extrañas muertes tan características de las más conocidas estrellas de rock: John Lennon, Jimi Hendrix, Kurt Cobain, entre otros. A su vez, ellas se nutren del sufrimiento y la muerte, de la gloria de estos elegidos.

Helena, la protagonista de esta historia, quiere ser una de estas musas: una Luminosa. Lo que no sabe es que la locura masiva, violenta y fanática por las estrellas de rock, está llegando a su fin. A ella le toca producir la última Leyenda: James Evans. Sin embargo Enriquez rompe con el estereotipo ya que James, el último rock star, no responde al típico estándar que suele (solía) asociarse a estos. Evans, a diferencia de sus predecesores, carece de talento musical pero es infinitamente más humano, llena un vacío en el corazón de sus fans y sus colegas, despierta otras emociones en las multitudes.

Mientras se desarrolla esta historia, Enriquez crea, pieza por pieza, un universo alternativo, otra dimensión. Sin dar detalles sobre todos los otros mundos (por ejemplo, quiénes hacen leyenda a las cantantes de rock o a las estrellas de cine) nos irá interiorizando junto a Helena en el pasado casi olvidado de las Luminosas, sus hogares, sus habilidades, poderes y debilidades.

A diferencia de sus anteriores relatos, esta novela transcurre en lugares lejanos, mayormente en Estados Unidos. Esta lejanía que desentona con lo anteriormente publicado, encaja con la fantasía de este nuevo libro, y a pesar del cambio de género pueden verse destellos de algunos textos anteriores como Carne (Los peligros de fumar en la cama, Anagrama), con ciertos pasajes descriptivos que dejan al descubierto lo impactante que un cuerpo puede ser y la psiquis perturbadora:
“Se la llevaron a la rastra. La carne gorda de las piernas había estirado y había roto sus medias de red y, mientras pataleaba en el suelo, el vientre blanco y flojo asomaba. Otras fans que subieron al micro se rieron de ella. No muchas: la mayoría gritaba que la dejaran en paz. Pero la chica sólo escuchó las risas”
También encontramos dos tópicos interesantes: el final del rock, y el maltrato a las fanáticas. La protagonista no entiende el desprecio de los otros por la locura exacerbada que produce James Evans y su banda. Ella, que no es humana, puede ver el detrás, lo entiende como una herramienta para sobrevivir, y sabe que nadie es inmune. De esto habla Enriquez en algunas entrevistas, además de la construcción misógina que se formó en torno a este rol, tan fundamental para las Leyendas, reales y de ficción. Dice Mariana en una entrevista a La primera piedra:
“es un universo que me fascina, que me parece ha contribuido al fenómeno del rock para construirlo tanto como los músicos y me parece que, las chicas especialmente, son injustamente maltratadas porque se las considera superficiales, hormonales, todas críticas bastante misóginas que en muchos casos salieron del periodismo de rock, tradicionalmente escrito por varones, que solían negar la dimensión erótica del fenómeno"
Mariana Enriquez es una escritora con múltiples influencias de todo tipo de géneros literarios, quien además sabe jugar con estos para producir lo que quiera. Si bien sus cuentos son difíciles de superar, lo cierto es que se trata de otra cosa. Esta novela no puede compararse tanto con aquellos relatos, salvo en algún que otro detalle, puesto que se trata de algo nuevo en la bibliografía de la autora.

Con algo de retro, algo de mitológico, algo de realidad y algunos destrozos, Mariana nos trae un interesante mundo paralelo de musas hermosas y terribles del siglo XXI, de amor y crítica.

Sobre la autora
Mariana Enriquez nació en 1973 en Buenos Aires. Es licenciada en Periodismo y Comunicación Social, trabaja como subeditora del suplemento Radar del diario Página/12 y es docente de la Universidad Nacional de La Plata. Publicó las novelas Bajar es lo peor (1995; 2013) y Cómo desaparecer completamente (2004); las colecciones de cuentos Los peligros de fumar en la cama (2009; 2017), Cuando hablábamos de los muertos (Chile, 2013) y Las cosas que perdimos en el fuego (2016); la nouvelle Chicos que vuelven (2010); los relatos de viajes Alguien camina sobre tu tumba. Mis viajes a cementerios (2013), y el perfil La hermana menor. Un relato de Silvina Ocampo (Ediciones UDP, Chile, 2014). Su último libros, Las cosas que perdimos en el fuego, está siendo traducido a dieciocho idiomas y recibió el premio Ciutat de Barcelona a la mejor obra en lengua castellana.


Vease además:

Entrevista a Mariana Enriquez en La primera piedra

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